La Comisión de Control de Calidad del Agua de Nuevo México (WQCC) adoptó hoy una norma que prohíbe la descarga de "agua producida" a las aguas subterráneas y superficiales de Nuevo México. El agua producida es un subproducto residual de las operaciones de petróleo y gas y contiene cientos de sustancias químicas, conocidas y desconocidas, muchas de las cuales son tóxicas para la salud humana y el medio ambiente. Después de que Amigos Bravos y el Sierra Club, representados por el Centro de Derecho Ambiental Occidental, solicitaran a la WQCC que reconsiderara su decisión, esta decidió cerrar una laguna legal introducida en la última reunión que habría permitido que los "proyectos piloto" descargaran hasta 84,000 galones por día de agua producida tratada a las aguas subterráneas, lo cual se basaba en una representación incorrecta del registro. El resultado de la revocación de la WQCC es una prohibición total de la descarga de agua producida a las aguas subterráneas y superficiales hasta que la norma expire dentro de cinco años.
En diciembre de 2023, el Departamento de Medio Ambiente de Nuevo México (NMED) solicitó a la Comisión la adopción de una norma que prohibiera todas las descargas de agua producida a aguas subterráneas y superficiales. El NMED basó su petición en la mejor información científica disponible, que demuestra que el agua producida puede contener cientos de sustancias químicas conocidas y desconocidas, que muchas de estas sustancias son potencialmente perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente, y que no existen tecnologías a gran escala para tratar eficazmente el agua producida y garantizar su seguridad. El NMED respaldó su petición con el testimonio de cinco de sus científicos expertos en la protección de las aguas subterráneas y superficiales del estado.
Amigos Bravos y Sierra Club, representados por el Centro de Derecho Ambiental Occidental, respaldaron la prohibición con testimonio pericial, demostrando, con base en literatura revisada por pares, que desconocemos todas las sustancias químicas presentes en el agua producida, una mezcla de fluidos de fracturación hidráulica y agua subterránea para la cual no existe un tratamiento efectivo. Además, el estado de Nuevo México no cuenta con estándares de calidad para el agua superficial para al menos 180 sustancias químicas potencialmente tóxicas presentes en el agua producida.
Si bien la Asociación de Petróleo y Gas de Nuevo México, el grupo de lobby industrial más poderoso de Nuevo México, se opuso a la prohibición de vertidos, uno de sus principales expertos testificó que el vertido de agua producida tratada a gran escala es prematuro.
“Nos sentimos orgullosos, complacidos y aliviados de que la Comisión de Control de Calidad del Agua haya eliminado la exención para permitir la descarga, como solicitamos, y haya adoptado una norma que protegerá el agua limpia, a los habitantes de Nuevo México que dependen de ella y a los ecosistemas que se verían perjudicados por la introducción de estos residuos de fracturación hidráulica”, declaró Tannis Fox, abogada principal del Centro de Derecho Ambiental Occidental. “Una vez que un acuífero se contamina, su limpieza es difícil, costosa y, a veces, imposible. La industria del petróleo y el gas tendrá que encontrar otro lugar donde verter sus residuos tóxicos”.
“Nos complace que la Comisión haya adoptado la prohibición del vertido de aguas residuales de petróleo y gas en las aguas subterráneas y superficiales de Nuevo México”, declaró Rachel Conn, subdirectora de Amigos Bravos. “Nuestros grupos y el Departamento de Medio Ambiente de Nuevo México elaboraron un amplio informe sobre los daños y la toxicidad de estas aguas residuales, y agradecemos a la Comisión por proteger nuestra agua limpia, de la que tenemos tan poca. Esta decisión es sumamente prudente”.
En nombre del Sierra Club, Dale Doremus, exhidrogeólogo estatal, declaró: «Durante más de 50 años, la Comisión ha basado sus decisiones en la ciencia para garantizar la protección de nuestras aguas subterráneas y superficiales de contaminantes que pueden dañar a los seres humanos, así como a la vida animal y vegetal. Actualmente, la prohibición del vertido de agua producida, tratada y sin tratar, es lo que la ciencia respalda. Aplaudimos a la Comisión por tomar la decisión correcta con la norma de hoy».
Contactos:
Tannis Fox, Centro de Derecho Ambiental Occidental, 505-629-0732, crecer1747340116alnre1747340116tsew@1747340116xof1747340116
Rachel Conn, Amigos Bravos, 575-770-8327, grosero1747340116ovarbio1747340116sogim1747340116a@no1747340116Cr1747340116
Dale Doremus, Capítulo Sierra Club Río Grande, 505-795-5987, moc.l1747340116yo soymg@1747340116retorcer1747340116Sumeria1747340116sobredosis1747340116