El presidente de Estados Unidos ha desplegado las fuerzas armadas contra los californianos en una acción divisiva, injustificada y sin precedentes. También ha amenazado con el uso de fuerza excesiva contra los estadounidenses que protestan contra un desfile militar en Washington, D. C., el 14 de junio —día del cumpleaños del presidente— y ha instado a sus subordinados a arrestar a opositores políticos, más recientemente al gobernador en ejercicio de California, Gavin Newsom. Estas acciones, ocurridas en tan solo unos días, ponen de relieve el patrón de la administración de inventar emergencias —ya sea en materia energética, migratoria, comercial u otras— como pretexto para tomar y abusar del poder, desafiar el Estado de derecho y reprimir la disidencia.
Estas acciones han causado gran temor y ansiedad en Los Ángeles, una ciudad que aún se recupera de los devastadores incendios forestales, y en la población de todo el país. Estas acciones son una falta de respeto al servicio de los valientes hombres y mujeres que sirven en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos con distinción, honor y amor por la patria y por quienes la consideran su hogar. Y estas son las características de un rey desquiciado que abusa del poder militar y político para atacar los pilares de la democracia estadounidense de casi 250 años de antigüedad.
Recordemos: Nuestro orden constitucional surgió de una guerra revolucionaria, desencadenada en gran medida por los disparos y asesinatos de colonos por parte de soldados británicos en la Masacre de Boston de 1770. Por lo tanto, instamos a los líderes políticos y militares a recordar sus juramentos y a tomar medidas para frenar este abuso de la fuerza militar. Los marines y otros militares llamados a Los Ángeles que no puedan moralmente alzarse en armas contra ciudadanos estadounidenses pueden solicitar la condición de objetores de conciencia. La línea directa de derechos de los soldados, 1-877-447-4487, está disponible para brindar orientación.
También instamos a los manifestantes a mantenerse pacíficos pero vigilantes. Ejercer nuestro derecho constitucional a protestar contra las transgresiones del gobierno es fundamental para nuestra democracia, y como nación no debemos quedarnos de brazos cruzados mientras el presidente viola imprudentemente este derecho. Pero recuerden: el mundo está observando.
El presidente Trump espera que las instituciones y la gente se debiliten. En este momento, que trasciende las líneas partidistas, instamos a todas las personas de buena fe a oponerse firmemente a las acciones transgresoras y autoritarias de la administración.